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Pista 1. Arquitectura Popular

Pista 1. Arquitectura popular
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Esta arquitectura, que en el caso del Valle del Jerte es reconocida como de entramado de madera, tiene como principales condicionantes el clima, la tierra y el hombre, éste último al definir a través de sus necesidades, no sólo económicas y materiales, como quieren que sean sus viviendas, con su doble función de habitación y lugar de trabajo. Esta arquitectura nos releva la verdad de lo que fueron estos pueblos antes de que se introdujeran en ellos el hormigón y el cemento con volúmenes y formas ajenos que rompen este equilibrio marcado a través de los años.

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Antes de conocer algunos ejemplos de arquitectura popular deberíamos adentrarnos en la definición de este término, últimamente muy aludido y que define la importancia de este patrimonio que ha pasado desapercibido durante muchos años.

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Según Rubio Masa “Es aquella que la define como la arquitectura de lo disponible, utilizando en su ejecución materiales de construcción primarios, extraídos directamente del lugar y que sufren pocas transformaciones en su puesta en obra. Esta definición nos sitúa frente a construcciones de un alto sentido utilitario; edificios sinceros, exentos de ornamentación, que nos muestran sin pudor su sistema constructivo y donde los materiales utilizados marcan el carácter y definen la forma”.

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Lo que podemos observar son de los pocos ejemplos que quedan de esta arquitectura antes de la Quema de la localidad ya que parece ser que estas viviendas no fueron destruidas. En ellas se puede apreciar los elementos sustentantes a través de pies derechos de madera sobre prismas graníticos que sostienen el voladizo para aprovechar el espacio de la segunda planta a través de entramado de madera. La organización interna de las viviendas suele ser: la planta primera o baja como zaguán de entrada (algunas de ellas con bodegas soterradas), la planta segunda sería la habitacional, con los dormitorios y la cocina y la tercera planta, también llamado “doblao”, servía para almacenar la recogida de la cosecha (grano, castañas, higos) y la leña. Además este espacio servía también para no perder el calor de la vivienda en la época de invierno o rebajar el calor durante el verano.

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