Jerte
"Historia bañada por aguas cristalinas"
Pista 9. Calle de los Bueyes
y Casa de Cultura
Es una de las calles que ha mantenido el urbanismo original de la localidad anterior a la Quema por parte de los franceses.
La Casa de Cultura, edificio municipal dotado para uso cultural y otras actividades de formación y ocio, tiene los siguientes horarios:
Lunes a Viernes; de 10 a 14,30 horas y de 16 a 20 horas.
Jerónimo Martín Buezas fue alcalde de Jerte durante los últimos años de la Dictadura y durante el período democrático hasta el año 1991.
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Su nombre se debe a que era el paso obligado de los bueyes para ir a labrar las tierras y cultivos de la margen izquierda del río Jerte, situado al finalizar esta calle, y el cual atravesaban a través de "el Vao", expresión muy típica de la localidad y en general del extremeño que significa “parte de un río con fondo firme y poco profundo, por donde se puede pasar andando, montado en una caballería o en un vehículo”.
Esta calle ha sabido mantener la tipología urbana de calle estrecha donde los balcones de las casas casi se tocan y la arquitectura de entramado puede todavía verse, aunque la mayoría corresponden a rehabilitaciones realizadas hace poco.
Les invitamos a que se adentren por esta calle y se detengan ante uno de los pocos ejemplos de viviendas que quedaron en pie después del aciago hecho histórico que acabamos de conocer. Concretamente una vivienda que actualmente corresponde a la Casa de Cultura. El Ayuntamiento de Jerte, en el año 2005, aprobó el proyecto de rehabilitación de este inmueble para este uso inaugurándose en el año 2008 con el nombre de Jerónimo Martín Buezas. Se trata de un gran espacio dividido en dos plantas más buhardilla en la que se han mantenido, en gran parte, la estructura original de la vivienda adaptándolo al nuevo uso cultural del edificio. Todos los forjados son de madera que asientan en grandes muros de mampostería y pies derechos de madera. La fachada mantiene la tipología de la arquitectura propia de esta zona a través de mampostería en la planta baja y entramado de madera y adobe las dos restantes, enlucidas recientemente.
Como curiosidad podrán observar los huecos en el peldaño de la entrada, seguramente realizados por el paso de carruajes y caballerías a través de los años y la magnífica rejería de la ventana situada a nuestra izquierda, coronada por una cruz y la fecha 1786. Hasta hace relativamente pocos años, esta casa fue una panadería y el antiguo horno todavía se conserva en el inmueble, no pudiendo ser visitado por temas de seguridad.